Soy un desarrollador generalista y compulsivo.
En mi día a día intento aplicar una serie de valores hacia mi trabajo y el de los demás:
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Soy alérgico a las modas. Me gusta experimentar y aprender, pero en la mayoría de ocasiones los diseños aburridos y evidentes resuelven papeletas antes.
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Explícito mejor que implícito.
Corolario: Prefiero un sistema de tipado fuerte a un exceso de tests unitarios.
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Sentido común antes que metodologías ágiles.
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Tu trabajo merece todo mi respeto. Si no existen problemas técnicos reales, y no hay un estilo acordado, cualquier discusión estilística sobre tu código está fuera de lugar.
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Por último, pero no menos importante, mi código no soy yo. Podemos comentarlo, discutirlo, corregirlo, editarlo o eliminarlo sin que yo sufra daño psíquico ni físico alguno por ello.